Menores en la Red y CIBERACOSO: La Clave está en la Educación Digital de las Familias

El entorno digital ofrece infinitas oportunidades para el desarrollo de niños, niñas y adolescentes (NNA), pero también conlleva riesgos que requieren una atención especial, como el ciberacoso, que afecta a un porcentaje significativo de menores. Si bien las cifras varían según los estudios, algunos informes señalan que hasta 1 de cada 5 menores ha sufrido ciberacoso, y la tendencia es al alza, especialmente con el auge de las redes sociales y la creciente digitalización de la vida social. El Informe del Comité de Personas Expertas para el Desarrollo de un Entorno Digital Seguro para la Juventud y la Infancia analiza este impacto y subraya el papel fundamental de los padres en la prevención del mal uso de las tecnologías, como el ciberacoso, y la protección de sus hijos e hijas frente a estas amenazas crecientes

La responsabilidad de las familias no se limita a la mera supervisión, sino que se extiende a la educación digital activa y la formación en valores. El informe desmitifica la idea del «nativo digital» y argumenta que la familiaridad con la tecnología no implica necesariamente un uso seguro y responsable. La clave está en la mediación parental y el acompañamiento, proporcionando a los menores las herramientas necesarias para navegar la red de forma segura y ética.

El Rol y responsabilidad de los Padres: Más Allá de la Supervisión

El informe destaca la culpa in educando como un factor determinante en la responsabilidad de los padres. Si un menor causa daños a través de las tecnologías, como en el caso del ciberacoso, los padres pueden ser considerados responsables civilmente por la falta de diligencia en su educación digital. La Ley Orgánica 8/2021 (LOPIVI) refuerza esta responsabilidad, exigiendo a las familias la creación de entornos digitales seguros.

¿Qué implica esta responsabilidad en la práctica? El informe propone acciones concretas para las familias:

  • Conocer el ecosistema digital de sus hijos: Estar al tanto de las plataformas, redes sociales y aplicaciones que utilizan, comprendiendo sus dinámicas y posibles riesgos.
  • Establecer normas y límites claros: Negociar con los menores el tiempo de uso de dispositivos, el acceso a contenidos y las normas de comportamiento online.
  • Promover la comunicación y la confianza: Crear un espacio de diálogo donde los menores se sientan cómodos compartiendo sus experiencias online, tanto positivas como negativas.
  • Educar en valores digitales: Fomentar el respeto, la empatía, la responsabilidad y la privacidad en el uso de la tecnología.
  • Ser un modelo a seguir: Los padres deben dar ejemplo de un uso responsable y ético de la tecnología, evitando prácticas como el sharenting (compartir excesivamente información sobre sus hijos en redes sociales) y respetando la privacidad de los demás.
  • Formarse en competencias digitales: Adquirir los conocimientos necesarios para comprender el entorno digital, detectar posibles riesgos y acompañar a sus hijos de forma efectiva.

Ciberacoso: Un Problema con Solución

El ciberacoso es una de las principales preocupaciones del informe. Se destaca la necesidad de prevenir este tipo de violencia a través de la educación digital y la sensibilización. Los padres deben estar alerta a las señales de ciberacoso, tanto en sus hijos e hijas como en su entorno, y actuar de forma inmediata si detectan algún problema, tanto porque su hija o hijo sean los ciberacosados o sean ellas y ellos quiénes realicen el ciberacoso.

Medidas de Apoyo para las Familias

El informe no se limita a señalar la responsabilidad de los padres, sino que también propone medidas de apoyo, como la formación en competencias digitales y alfabetización mediática, así como recursos y herramientas para la prevención del ciberacoso y otros riesgos online.

Un Llamado a la Acción

La creación de un entorno digital seguro para NNA requiere un esfuerzo conjunto de familias, educadores, industria tecnológica y administraciones públicas. El informe hace un llamado a la acción, instando a la corresponsabilidad y a la adopción de medidas concretas para proteger a los menores en el mundo digital. La educación digital en el hogar es el primer paso para lograr este objetivo.